A nivel productivo, la eficiencia energética constituye una de las principales prioridades de las empresas, que cada vez apuestan más por fuentes de energía limpias o renovables.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que el consumo energético para los países que conforman la OCDE, crecerá hasta en un 40% para el año 2030. Este hecho advierte de la necesidad de un uso más racional de la energía por parte de los sectores de la industria, servicios e incluso a nivel doméstico.
A su vez, esto ha llevado a muchas empresas a considerar la adopción de prácticas de eficiencia energética que garanticen una ventaja competitiva frente a sus competidores y que representen una reducción de costos, así como un aumento de productividad a mediano y largo plazo.
En este artículo, abordamos las principales medidas prácticas que pueden tomar las empresas para mejorar su eficiencia energética y los principales beneficios de adoptarlas en la industria.
¿Qué es la eficiencia energética y por qué es importante?
La eficiencia energética para fines prácticos se define como el uso eficiente de la energía. Consiste en la obtención del máximo rendimiento de la energía consumida y las instalaciones requeridas para su generación, transporte y uso.
Ahora bien, una instalación se considera energéticamente eficiente cuando llega a consumir menor energía sin tener que sacrificar su funcionalidad. Es decir, se hace el mismo trabajo, bajo las mismas condiciones de operación, simplemente con un menor uso de energía.
Lo anterior puede lograrse mediante distintas estrategias, una de las más comunes es el uso de energías renovables.
La eficiencia energética se considera fundamental en un mercado altamente competitivo y globalizado, que demanda reducir costos para mejorar la ventaja competitiva de las organizaciones y así, ganar una mayor cuota de mercado. Los costos asociados a la energía son a menudo un fuerte golpe en la economía de las empresas.
Además, desde la perspectiva ambiental, el uso eficiente de la energía en las operaciones industriales garantiza la protección del medio ambiente, la reducción de emisiones contaminantes y la huella de carbono.
Ahora bien, ¿cuáles son los principales beneficios de implementar prácticas de eficiencia energética en la industria? A continuación, analizamos algunas de sus principales ventajas.
Beneficios de la eficiencia energética en la industria
1. Reducción de costos a nivel competitivo
La reducción de los costos es un factor indispensable en todo tipo de industria para poder competir en los mercados internacionales, muy sensibles al precio. Para estos efectos, la reducción del consumo energético representa un valor agregado importante.
2. Máquinas en buen estado de mantenimiento
Una de las prácticas de eficiencia energética más comunes consiste en mantener los equipos y maquinaria en buen estado.
Hay una gran oportunidad de reducir el consumo energético mediante el uso de equipos eficientes en energía. Disminuir el consumo energético de los equipos a través de técnicas de mantenimiento efectivas alarga la vida útil de las maquinarias, generando un beneficio adicional.
3. Imagen socialmente responsable de la marca
La imagen de una empresa socialmente responsable es un factor imprescindible en la actualidad, debido a la apremiante preocupación del sector industrial por reducir la huella de carbono en la operación de sus negocios y el desarrollo de sus productos.
Esto, además, brinda importantes ventajas a las empresas, ya que mejora la imagen de la marca frente a su público objetivo, aliados y proveedores; consolidándose como una empresa responsable que está retribuyendo a la sociedad.
Prácticas para mejorar la eficiencia energética en la industria
Entre las mejores medidas para optimizar la eficiencia energética en la industria podemos señalar:
1. Uso de tecnologías de generación renovables
Este primer factor implica la incorporación de fuentes renovables de generación de energía cuyo costo de KW/h o KW de demanda sea eficiente, con el objetivo de reducir los costos asociados.
Dentro de las innovaciones de generación de energía renovable, los paneles solares y los generadores eólicos son dos opciones muy populares que las empresas implementan para mejorar la eficiencia energética.
También, existen otras alternativas no renovables, pero que son limpias, como la generación de energía eléctrica a través de equipos a gas. Estas opciones también son muy eficaces según el objetivo de cada empresa.
2. Reducción del consumo de energía
Esta práctica consiste en la disminución de la cantidad de KW/h que un sitio consume, de manera que se vuelva más eficiente o esbelto.
La estrategia más efectiva para lograr este fin se basa en la optimización de las labores de mantenimiento de los equipos.
El mantenimiento de los equipos de su línea de producción debe contar con un enfoque estratégico en cuanto al uso eficiente de energía. Un equipo que trabaja de manera ineficiente, energéticamente hablando, también es un equipo que se desgasta y reduce su vida útil más rápido.
3. Sustitución de equipamiento
Considera la sustitución de equipamiento por alternativas más eficientes. Un ejemplo es el cambio de luminarias, de iluminación incandescente a LED, en los casos donde sea posible.
Asimismo, puedes implementar el uso de motores eficientes en cuanto al consumo de energía o la incorporación de otros dispositivos como variadores de frecuencias en aquellos procesos que lo permitan. Esto te ayudará a reducir la demanda de energía eléctrica de los equipos.
La eficiencia energética: un ahorro para las industrias
La eficiencia energética representa, sin duda, un ahorro económico considerable para las industrias. La mejor prueba de ello es la reducción en la facturación de energía eléctrica que experimentan las empresas.
Prácticamente todos los programas, proyectos y acciones, relacionadas con la eficiencia energética tienen un Retorno de la Inversión —ROI—, en algunos casos, muy acelerado. Para alcanzarlo, las empresas requieren de prácticas muy simples, que van desde:
Identificar de manera clara mediante soluciones de monitoreo cómo opera el negocio y dónde es donde se consume más energía.
Determinar los horarios de operación de sus cargas más importantes y analizar la posibilidad de reducir el uso de las mismas sobre todo durante los horarios más caros de energía.
Tomar acciones inmediatas que pueden implementar con beneficios tangibles muy rápidos como el cambio de luminarias, motores o equipos viejos e ineficientes; e inversiones mayores como la incorporación de fuentes de generación alternativa, sistemas de monitoreo de energía y procesos así como sistemas de control.
Todas estas prácticas generan un ahorro a mediano y largo plazo, brindando una excelente tasa interna de retorno.
La eficiencia energética es una solución altamente rentable. Tomando las medidas adecuadas, te permitirá ver el ROI desde unos cuantos meses hasta algunos años, dependiendo de tu estrategia.
¿Qué industrias son las que se benefician más por estas prácticas?
A gran escala, la eficiencia energética le brinda a todas las industrias grandes oportunidades y beneficios, dependiendo de cómo opera cada una.
Sin embargo, existen empresas altamente consumidoras de energía, cuyas ventajas tangibles son mucho mayores.
Este es el caso de las empresas acereras, cementeras y mineras, quienes generalmente tienen instalaciones sumamente grandes con consumos elevados de energía eléctrica. Por lo tanto, para estas compañías, los beneficios económicos son más elevados, sin embargo, también su inversión representativa de capital.
Ahora bien, si observamos a otra escala, industrias que requieren del uso de equipos de refrigeración o aires acondicionados, también pueden obtener grandes ventajas mediante el control, monitoreo y mantenimiento de equipos para asegurar la eficiencia energética.